Boletín de prensa

Quito D.M., 6 de abril de 2019

Personal especializado de distintas instituciones del Estado conformó una mesa interinstitucional que desarrollará las acciones de monitoreo, control y ejecución de las maniobras de desalojo de sedimentos de la central hidroeléctrica Manduriacu, que iniciarán este domingo 07 de abril.

Antes, durante y después de este proceso, se realizarán inspecciones, así como actividades de control y seguimiento para verificar la calidad del agua y de la fauna acuática que habita en el río Guayllabamba y Esmeraldas. Paralelamente, el Ministerio del Ambiente vigilará el cumplimiento del Plan de Manejo Ambiental y la normativa vigente.

Los ministerios de Energía y Recursos Naturales No Renovables, Ambiente, la Secretaría del Agua y la CELEC EP, que conforman esta mesa técnica, han trabajado desde enero de 2019 en el desarrollo de una metodología integral para reducir los impactos que puedan producirse aguas abajo de la centralManduriacu, ubicada entre las provincias Pichincha e Imbabura.

Entre las decisiones adoptadas se encuentran: la elaboración de estudios que determinen la calidad del agua a lo largo de toda la cuenca del río Guayllabamba y Esmeraldas. Esto permitirá conocer su estado y los componentes que podrían generar afectaciones, aguas abajo de la central.

Además se resolvió que las maniobras de desalojo de los sedimentos sean más flexibles, posibilitando tomar resoluciones inmediatas, en caso de alerta que obligue a suspender temporalmente las actividades en la Central.

Para la ejecución de este proceso, también se trabaja conjuntamente con la Empresa de Agua San Mateo, a fin de garantizar el servicio de agua potable en las ciudades de Esmeraldas, Atacames y Ríoverde.

El desalojo de sedimentos del embalse de Manduriacu es una actividad necesaria para preservar la vida útil de esta central hidroeléctrica, que utiliza el agua del Guayllabamba y que por su condición natural arrastra una gran cantidad de sedimentos.

Estas maniobras no requieren el uso de sustancias químicas o productos tóxicos que afecten la calidad del agua.